Clason - LOS ÚLTIMOS AÑOS

Hasta mediados del siglo XX, la población del distrito se mantenía en alrededor de 1.500 personas y el pueblo fue creciendo muy lentamente, con una población que en 1960 llegó a los 200 habitantes, para mantenerse en ese nivel hasta 1980. Pero en los últimos 10 años se produce un notable proceso de urbanización: disminuye la población del distrito, pero aumenta la del pueblo, que actualmente supera los 300 habitantes. Pero la población rural no sólo ha engrosado la del pueblo, sino también –e incluso en mayor medida- a los pueblos vecinos, especialmente a San Genaro, San Genaro Norte y Totoras.

Como ya se señaló, a mediados del siglo XX, el pueblo tenía una población de 150 habitantes. Seguía teniendo la forma de “L”, es decir tres manzanas frente al ferrocarril y tres en ángulo recto al noroeste. No había plaza hasta 1945, año en que se inauguró el mástil en una manzana totalmente baldía hasta ese momento. Las fiestas patrias se conmemoraban con festejos y concursos como ser carreras de sortija, palo enjabonado, etc.

Hasta 1970 la Comuna de Clason funcionaba en una sola pieza ubicada en calle 25 de Mayo entre Santa Fe y Sarmiento, La comisaría estaba en la vieja casa de San Martín y Sarmiento, allí donde presumiblemente estuvo el almacén de Stauffer y el juzgado de paz en una pieza ubicada en San Martín y Santa Fe. En 1970 se inauguró el Centro Cívico, que alberga la comuna, la comisaría y el juzgado de paz. También, el dispensario y la cabina pública de teléfono. El Centro Cívico, ubicado en la esquina de Santa Fe y 25 de Mayo, parcialmente frente a la plaza, ha puesto fin a una insuficiencia edilicia notoria de las instituciones oficiales de Clason.

Al fundarse el pueblo estaba previsto el terreno para una iglesia, pero Clason careció de ella hasta hace pocos años. En realidad, el terreno había sido donado a la Provincia, y así quedó por casi 70 años. Recién el decreto provincial 2324 del 3 de marzo de 1960 autorizó a escriturar sin cargo el lote a favor del Obispado. Ya desde la década del 40 hubo intentos de contar con un templo, pero lamentablemente no pasaron más allá de eso. Mientras tanto, el culto se desarrollaba, ocasionalmente en una capilla provisoria instalada en una pieza. Contaba con una estatua del Sagrado Corazón, de aproximadamente 1 m de altura, rescatado del incendio de la Iglesia Parroquial de Totoras, ocurrido el 19/06/1934 y traída a Clason por la dueña de “La Merced” Da.  Ignacia Larguía de Schuchard. Recién a comienzos de la década del 80 comenzó la construcción de la Iglesia de Clason, que fue consagrada el 18 de noviembre de 1983. El distrito Clason pertenece a la parroquia de Totoras y no hay un sacerdote con residencia permanente en el pueblo. La patrona es la Virgen de Luján. Pegado al distrito, pero fuera de él, en Colonia Medici, se halla la capilla de la Natividad de María Santísima, Inaugurada el 8 de septiembre de 1953.

Aparte de la iglesia del pueblo, hay algunas ermitas dispersas por el distrito, dedicadas a María auxiliadora, Patrona del Agro Argentino. Se deben a la iniciativa y el celo del cura párroco, Padre Primo J. Pérez. La primera fue erigida en una esquina del campo de Dante E. Serenelli, inaugurada el 30/04/1978 y la segunda a la entrada del campo de R. Mezzelani, inaugurada el 12/05/1980. Otras manifestaciones de fe son las cruces colocadas en lugares donde se habían originado fallecimientos, por accidentes u otras causas. Al costado de la Ruta Nº 34, sobre el alambrado, hay una cruz entre los puentes de la Cañada del Chupino. En una chapa en forma de corazón, en el centro de la cruz, se halla grabada la siguiente inscripción: “Q.E.P.D. Cenobio Ereñu, Fallecido el 2 de junio de 1916 a la edad de 55 años”. Ereñu, nativo de Entre Ríos, fue uno de los primeros colonos de la colonia San Genaro y tuvo Casa en ese pueblo, cercana a la estación. Falleció, arreando hacienda, allí donde sus deudos colocaron la cruz en su memoria.

Otra Cruz, grabada en el tronco de un árbol talado ya hace años, sobre el camino que bordea al norte la estancia Los Leones, tuvo un origen trágico: un peón de la estancia se había “desgraciado” en una pendencia, matando a un hombre. Vuelto a la estancia, y recapacitando sobre el hecho, entró a temer la venganza de los parientes del finado. Don Alberto Stohler, director y apoderado de la firma, residente en Buenos Aires pero en esos días de visita en la estancia, le aconsejó que se vaya y le dio unos pesos. El hombre ensilló su caballo y enfiló hacia el norte. Pero su desesperación, o remordimiento, o quizás miedo, pudieron mas y junto a un árbol se ahorcó con un lazo. Un alma piadosa grabó un tiempo después una cruz en el tronco. El hecho ocurrió a fines de la década del 20 o en la del 30 y fue referido al autor por Don Alberto Stohler.

La atención médica siempre fue problemática en Clason. Si bien a comienzos de la década de 1940 estuvo instalado en Clason, por un tiempo, el Dr. Aldo N. Sanmiguel, ello no tuvo continuidad, debiendo concurrir la población a San Genaro o a Totoras para su atención médica. Desde 1962 se pudo contar con un modesto dispensario, que funcionaba en una pieza, atendido por el Dr, Jaime Jarupkin, de San Genaro, quién concurría tres veces por semana durante unas horas. Lo secundaba la Sra. Laura Díaz de Ferrone como enfermera. Al inaugurarse el nuevo Centro Cívico en 1970, el dispensario pudo mudarse a un nuevo local más apropiado. Después del fallecimiento del Dr. Jaime Jarupkin en 1974 le sucedió el Dr. José Kueider. Recién en 1982 se radicó en Clason el Dr. Romiel Sherbi (de nacionalidad egipcia), hasta 1990. Luego vivió por poco tiempo en el pueblo la Dra. Gloria Pizzuto. El dispensario es atendido ahora por el Dr. Miguel Muratore, pero en el pueblo ya no vive ningún médico.

Las otras profesiones están representadas por los veterinarios Drs. Gustavo Farrone y Juan José Calle y el arquitecto Gabriel Rinaudo. Algunos ingenieros agrónomos residen o por lo menos se desempeñan en explotaciones del distrito.

En el año del centenario se hallan establecidos en Clason los siguientes comerciantes: Faustina Ruiz de Menegazzo y su hijo Ricardo con despensa, al autoservicio “Mariachi”de Claudio Vecino, la despensa y bar de Peralta Hnos., Guillermo Bonella con tienda y zapatería, la panadería “La Unión” de la sucesión de Morandi y la carnicería “Don Juan” de Juan Echaniz. Hay además dos talleres: la gomería de Alberto Foglia y el taller de chapa y pintura de Eduardo Juárez. A 2 km de Clason, sobre Ruta Nº 34, se halla la estación de servicio YPF de Moretti Hnos.

Una serie de adelantos se dan en el transcurso del tiempo en el pueblo y también en toda la zona. Por una parte el teléfono, Los leones y luego la Alpina estaban comunicadas desde hace tiempo con sendas líneas telefónicas con las estación de ferrocarril y entre si. De La Alpina también había una línea a La Germania y una a la Cooperativa de San Genaro, y La Germanía contó con una conexión telefónica a Las Rosas. Pero ese servicio era sólo local y, desde ya, limitado al uso de las estancias. En 1966, la Comuna de Clason, Alejandro Zumoffen (residente en Clason), Los Leones y Rodolfo Frank constituyen un consorcio para comunicarse con la Cooperativa de San Genaro. Especialmente el Teléfono instalado en la Comuna de Clason significó el acceso a ese medio de comunicación para la población del pueblo, por lo menos para casos de urgencias. En 1970 se instaló una cabina pública conectada mediante radioenlace con San Lorenzo. Algunos productores agropecuarios están unidos, ya sea por línea, ya sea por radio, con la Cooperativa Telefónica de San Genaro. En la actualidad se construyó una central telefónica para satisfacer las necesidades del pueblo. Que comenzó a funcionar el 19 de septiembre de 1992 con 43 líneas. La inauguración oficial se efectuó el día del centenario del pueblo, el 8 de noviembre.

La electrificación fue otro gran adelanto. En 1976, mediante un plan de electrificación rural consistente en ayuda crediticia, se pudo conectar a la red de energía eléctrica la gran mayoría de las explotaciones agrarias del distrito. El servicio es brindado por la Cooperativa de Consumo de electricidad de Cañada de Gómez, que sirve a varios distritos del departamento Iriondo. Un tiempo después, en 1979, también el pueblo pudo contar con energía eléctrica, suministrada por la misma Cooperativa a través de la Comuna.

Servicios bancarios fueron prestados por la Caja de Créditos de San Genaro (luego Banco Horizonte Coop. Ltdo.) que mantuvo una sucursal en Clason de 1967 hasta fines de 1970. La filial era atendida por Angel Binetti. Su cierre se debió principalmente a las dificultades de las comunicaciones (aun no había teléfono) y a que el pavimento, una vez construido, facilitó el movimiento de los socios hacia la casa matriz en San Genaro, por lo que no se justificaba el mantenimiento de una sucursal. Años después, de 1980 a 1992, el Banco Cooperativo Coinag también tuvo una sucursal, que dependía de Totoras.

Dos hechos importantes se dan durante la década de 1970. En primer lugar, la marcada subdivisión de las estancias y su venta. La estancia La Alpina, propiedad de la Familia Clason, es subdividida y vendida en lotes de 60 a 80 hectáreas a principios de los años 70. Sólo una fracción mayor 910 hs. Queda junto al casco y es enajenada en block. Pero allí donde hubo potreros de la estancia, comenzaron a surgir parcelas, casas, galpones y árboles plantados por nuevos propietarios. Fue un proceso notable por la rapidez que se produjo. Los Leones también fue reduciendo su superficie por ventas sucesivas, aparte de las ya mencionadas anteriormente debido a la Ley de Transformación Agraria. Finalmente, en 1974, la firma cambia de propietarios por la venta del paquete accionario. Después de 110 años, o si se quiere, de tres generaciones la familia Bleek deja de ser propietaria de esa estancia. En La Germania el proceso fue lento, gradual e inexorable: poco a poco, los descendientes de Nordenholtz van vendiendo lote tras lote hasta desaparecer del mapa catastral. El Orión, o para ser más exacto, Estancia y Cabaña El Orión, en realidad no era propietario de la tierra: cada fracción pertenecía a su respectivo dueño, que eran, como ya se sabe, descendientes de Nordenholtz. Algunos se separaron otros vendieron, y el casco y parte de los campos circundantes fueron vendidos finalmente, a mediados de la década del 70, a nuevos propietarios. Si hoy se observa un plano catastral del distrito Clason y no se conoce su historia, nadie reconocerá que su origen se debe a dos estancias ( Las viejas Los Leones y La Germania), parte de otra (La Merced) y una fracción menor, la “Colonia Rodrigañez”).

Pero así como hay estancias que desaparecen, también hay propietarios que van extendiendo sus propiedades. Cabe recordar aquí dos: lo que podríamos llamar grupo Espiñeira, propietario de Verónica, que según el mapa catastral de 1985 poseía en el distrito Clason 855 ha. Y en Totoras 1.343 ha. O sea en total 2.198 ha. El segundo, el grupo Boglione, propietario de Santa Sylvina S.A. y La Sibila S.A. que según el mismo mapa catastral ya en ese entonces 430 ha. En el distrito Clason y 441 ha. En Totoras. Ambos siguieron la misma estrategia de ir comprando fracciones de campo, que se hallan dispersas por ambos distritos. Continuando con la misma, fueron incrementando sus propiedades hasta el presente.

El otro cambio trascendente fue la irrupción de la soja. Cultivo desconocido en la zona hasta la década del 70, la estadística por primera vez 80 ha. Sembradas con soja en la campaña 1972/73, de las cuales se cosecharon 53 ha. Con un rendimiento de algo menos de 9qq/ha. Al año siguiente ya se siembran 1.014 ha. Y el rendimiento fue de casi 8 qq/ha. Un año después la superficie sembrada baja a 474 ha. (rendimiento medio 12,7 qq/ha.), luego 740 ha. (11,4 qq/ha) para saltar en la campaña siguiente (1976/77) a 3.259 ha. Y de ahí en más, el avance de la soja es imparable: supera las 5.000 ha. al año siguiente y las 10.000 ha. en 1984/85. Los rendimientos bajos de los dos primeros años indican con claridad el breve tiempo que los productores necesitaron para “tomarle la mano” al cultivo, que modificó profundamente el panorama agrícola del distrito.  

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Nicolás Pedro Klare